martes, 11 de septiembre de 2012

Los Hipermedios y el Placer del Texto Electrónico

La evolución del ser humano ha pasado por diferentes aspectos, tanto fisiológicos como mentales. No solo hemos cambiado en nuestra anatomía. Para adaptarnos al medio ambiente tuvimos que cambiar nuestra forma de vernos encaminándonos así a la búsqueda del sobrevivir. El humano siempre ha tenido que saber acomodarse en su entorno para poder conservar la especie y no perdernos como civilización.
Inclusive en el aspecto cultural hemos tenido que cambiar. Como se sabe, tuvimos que crear formas para poder comunicarnos mensajes. Pasamos por la imitación de la naturaleza, las sílabas, las palabras, los enunciados, hasta crear un sistema complejo de códigos gracias al cual hoy en día nos entendemos y podemos transmitir cualquier tipo de mensaje.
Para poder entender el significado que alguien nos quiere transmitir es indispensable conocer los mismos códigos y compartir conocimientos similares, pues si esto no ocurre, la comunicación no se puede llevar a cabo.
Tal es el caso de la escritura y la alfabetización. Pues son herramientas base en la trasnmisión de diversos contenidos y conocimientos.
Los libros guardan los pensamientos y conocimientos de las personas que los escribieron. Son capaces de transmitir sentimientos, emociones, trasladarnos a lugares lejanos o inimaginables, contarnos cosas, llevarnos en el tiempo y hacernos vivir infinidad de historias de la mano de las letras y los párrafos.
"He completado un monumento que sobrevivirá al Bronce" dijo Horacio.
"Mi amor para siempre joven en mi verso ha de permanecer" dijo Shakespeare.
Todos estos autores que trazaron con tinta lo que anidaba en su mente y lo plasmaron en la historia gracias a las letras y la pluma comparten varias cosas que, desde mi punto de vista, no son problemas, si no que son características del tiempo que caracterizaban a lo que se le puede llamar "Escritura Ordinaria".
La Escritura Ordinaria es como el tiempo. Es secuencial, es lineal. Para poder dominarla es menester saber ordenar primero tus ideas para lograr transmitirle al lector tus ideas a pesar de que no tengan los mismos pensamientos en un principio. Tiene su complejidad al tratar de introducir en la mente del lector la misma información que pasaba por la mente del escritor cuando pensaba y llevaba a cabo su obra. De otra manera la lectura, por más sentido que tuviera para el autor, no sería entendida por el lector y no recibiría el mensaje original.
Sin embargo la realidad no es así. Hay tiempo, efectivamente, pero resulta que de lineal solo tiene el concepto.
Estamos en un constante ir y venir dentro del entorno temporal. Situados en el presente pero divagando la mente en el pasado o en el futuro. En planes y recuerdos que evocamos mientras otra persona, presente físicamente, está perdida en otro tiempo y en otro lugar. Vivimos de recuerdos y planeando futuros. Todos estos fenómenos atemporales influyeron al momento de digitalizar la escritura, pues el escritor posee la capacidad de moverse en sus ideas, editarlas, trasladarlas y experimentar con ellas un baile lúdico de temporicidad. Asi mismo se invierten los papeles. El escritor termina leyendo al lector con sus opiniones y el lector termina informando al escritor. Asi como también pueden intervenir terceros para adjuntar sus opiniones y criticas con el fin de formar entre todos ellos otro concepto y unidad.
Por eso hablabamos al principio de la evolución humana en todos los aspectos, pues la mente también se ve obligada a adaptarse a estos nuevos medios y a un entorno más elaborado antes de que la tecnología supere nuestra percepción.

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